La fe y los signos
Muchas veces necesitamos ver signos para poder creer. Dios nos los concede para que tengamos fe o para que no perdamos la fe que tenemos. Pero Dios nos tiene reservados, ya no signos para que podamos creer más, sino gracias muy grandes para afianzarnos en la fe. Las gracias son múltiples y son dadas según nuestras necesidades. Por eso, es bueno pedir que nos aumente la fe por medio de una confianza que crezca cada día más y no signos y señales. Pidamos también un espíritu humilde que pueda confiar y entregarse, docilidad al obrar de su gracia y perseverancia en la oración para que nunca nos falte la fe.